Queremos iniciar el año con tema que nos parece muy importante. Y sí, al principio puede ser raro ver que en Templazón estamos hablando de salud mental, pero recordemos que esta es un pilar fundamental en la vida de todxs. Durante y después de la pandemia la salud mental tomó muchísima fuerza, se hablaba de esto en todas partes, las personas incluso empezaron a aprender y a cuidar su parte mental.
Otro de los temas, que aunque no se hablo tan frecuentemente ni en medios de comunicación masivos, fue la salud sexual. Pero, vamos mas despacio ¿qué tiene que ver un tema con otro? en algunos estudios que se han realizado post pandemia, se determinó que el aislamiento (poco o nulo contacto social) y el incremento en los niveles de ansiedad y depresión podrían haber tenido un impacto directo en la vida sexual de las personas.
El sexo no es solamente placer, implica muchísimas cosas detrás de, cada persona vive su sexualidad de manera diferente y única, en parte porque está muy relacionada con nuestra identidad. La sexualidad también es una forma de expresión, de comunicación, de compartir, de intimar, de relacionarnos, etc. La sexualidad es un aspecto central del ser humano, algo que, aunque varía a lo largo de nuestra vida, nos acompaña en cada una de nuestras etapas.
¿Eso quiere decir que si no tengo sexo, no estoy saludable? no. Recordemos que la expresión de la sexualidad no es solamente sexo, ni es solamente penetración. Además, en cada etapa de la vida se presenta de diferentes formas, y está bien. Si no tenés pareja y/o no querés tener encuentros sexuales con otras personas, la masturbación es parte también de tu salud sexual.
La vivencia de la sexualidad es única e individual, esto es fundamental, para que no te comparés. En el carrusel te dejamos más información.
¿Cómo se relacionan el sexo y la salud mental?
Aunque parecen temas que no se relacionan entre sí, debemos entender que las personas son seres integrales. ¿Qué quiere decir esto? Pensá que el ser humano es como una araña, cada patita hace que la araña se mantenga firme y estable, nuestras patitas son: la salud física, emocional, social, económica, sexual, familiar, etc. Eso quiere decir que si tenemos una patita «mala», esto puede repercutir en nuestra salud en general y en las otras patitas.
¿Cómo puede afectar mi salud mental a mi vida sexual?
Cada ser humano es un universo diferente, pero algunas de las afectaciones más frecuentes son: bajo deseo sexual, problemas para conseguir el orgasmo, dificultades para sentir placer, conductas sexuales de riesgo, dificultad para tener una erección, etc.
¿Cómo puedo detectar un bajo deseo sexual?
Antes de responder esta pregunta, es importante aclarar que no en todas las personas se va a presentar de la misma forma pero estas pueden ser algunas señales de que tu deseo sexual ha disminuido:
-No tenés ganas de masturbarte, en comparación con otros momentos de tu vida.
-Antes tenías fantasías sexuales, y ahora no.
-Me incomoda que mi pareja tenga iniciativa con cualquier actividad sexual.
-Tengo el pensamiento de que mi deseo cambió y me comparo con otras personas.
-Pienso que algo me sucede.
¿Tener una sexualidad saludable puede influir en mi salud mental?
Totalmente sí. la forma en la que vivimos nuestra sexualidad puede tener un impacto directo en nuestro estado de ánimo, autoestima, la forma de relacionarnos e incluso en nuestra propia satisfacción. Además, han surgido varios estudios que señalan que tener encuentros eróticos favorece la reducción temporal de los síntomas de ansiedad y depresión, en gran parte debido a las hormonas y sustancias químicas que se liberan durante esta práctica. Y ayudan a la disminución el estrés.
Tips súper importantes:
– No te forcés: podés tener momentos de mucho deseo y otro no tanto. Es importante que respetés tu proceso.
– Si es tu pareja la que está atravesando esta situación: (de nuevo) no la forcés o presionés, no se valen las manipulaciones. Lo que si podés hacer es expresarle tu deseo, puede ser por medio de caricias o palabras, en algunas ocasiones sentirse deseadx es una gran ayuda.
– Probá con actividades relajantes: recordá que la sexualidad no es solo pen3tración. Velas aromáticas, música, masajes, aceites, etc.